En Zambia un paralítico fue completamente sanado y era tanta la alegría que lo inundaba que empezó a correr cuando recibió el milagro, todo esto fue realizado en la cruzada evangelista del ministerio “Cristo para todas las Naciones”.
Dicho evento se llevó a cabo en la ciudad de Kabwe y contó con la participación de miles de personas y el evangelista Daniel Kolenda fue el que predico la poderosa palabra del Señor.
Posteriormente, Daniel comenzó a orar por sanación y de un momento a otro un sujeto salió de en medio del mar de gente y corrió con sus muletas sobre su cabeza y alababa a Dios con todas sus fuerzas por el milagro que había recibido.
“El hombre estaba lisiado desde hace ya unos 2 años; sin embargo, esta maravillosa noche pudo correr y saltar con todas sus fuerzas, se había curado en su totalidad”, testificaba Kolenda en un informe para la cruzada.
El evangelista agregó que “Luego de dicho escenario empezaron a acontecer muchos milagros. Otras personas que también estaban lisiadas fueron sanados. Los sordos comenzaron a escuchar, otros con dolores en el cuerpo desaparecieron y había alegría y felicidad en el campo”.
Hace unas semanas Cristo para todas las naciones empezó la cruzada titulada “Operación Decapolis” en Zambia, África, recorriendo unas 5 ciudades por todo el país.
De la mano de Daniel, unos 20 evangelistas más del equipo están predicando fuertemente el Evangelio de Jesucristo que libera, sana y les ofrece una nueva vida en Cristo. La cruzada realizada en Kabwe, muchas personas estaban hambrientas de escuchar la palabra del Señor.
Kolenda finalizo con las siguientes palabras: “Estuve predicando un mensaje sencillo del Evangelio y la respuesta fue maravillosa, todos los niños aceptaron la invitación para aceptar a Jesús en sus vidas. Es por eso que cada día luchamos para poder distribuir la literatura que lo acompaña”.Por otro lado, la Biblia nos dice claramente que Jesús vino a sanar. «Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar» (Mateo 11:28). Él es la fuente de vida, de todo lo bueno y verdadero.
Cabe resaltar que Dios prefiere que nos centremos en el milagro sanador de la salvación a través de Jesucristo, en lugar de enfocarnos en la sanidad u otros milagros.
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